Episodio
11: Vorona
(Nota traductor gringo: Vorona
habla mejor aquí.)
Ésta
es una historia del pasado y futuro.
Una
historia de retorcido tiempo.
En algún lugar de Rusia.
“¡Saludos!
¿Eres la joven señorita? ¿La Yamato Nadeshiko que desea escuchar las historias de
mis hazañas?”
Un
hombre ruso con bigote que evocaba la imagen de un oso dijo eso con una gran sonrisa
al entrar en el cuarto de la recepción.
Incapaz
de entender el repentino ruso, la mujer japonesa a la que la voz fue dirigida, tenía
una expresión de confusión ante la mención de las palabras japonesas ‘Yamato
Nadeshiko’.
Un
ruso delgado con ojos afilados, que estaba sentando enfrente de la mujer, se
excusó en japonés, y se puso de pie para reñir a su colega del mostacho.
“Recuerdo
decirte bastante claramente que te quedes en la parte de atrás y no entres de
esa manera. ¿El vodka ha penetrado tu cerebro al punto de ya no poder entender
simple ruso, Camarada Lingerin?”
“¡No
te preocupes! ¡Entendí perfectamente, Drakon! ¡Simplemente elegí ignorarte!”
“Ya
veo; así que no es tu habilidad lingual sino tu habilidad de ser un completo degenerado.
Estas más allá desde el momento en que usaste el término ‘Yamato Nadeshiko’ a
pesar de no saber una gota de japonés.”
“¡Ha!
lo sé ‘¡AKITA KOMACHI’ y ‘KYOBIJIN’, también!”
(Nota: Akita Komachi y Kyobijin
describen a mujeres hermosas o ideales como Yamato Nadeshiko, si suelen ver
anime o leer manga, comprenderán fácilmente ese término, sino google.)
“Maravilloso.
Entonces también recuerdas las palabras ‘delicadeza’ y ‘sentido común’ por lo
que por favor deja de describir a las personas japonesas con esos términos. No olvides esas definiciones también, por
supuesto.”
A
medida que los hombres que se parecían uno a un oso y otro a una navaja tenían
este intercambio respectivamente, la mujer japonesa sentada en el sofá en el
cuarto, veía perdidamente hacia adelante.
“Uh,
um…”
Dijo
la mujer en reflexivo japonés, al referido hombre con mostacho, mientras Lingerin
se miraba directamente a la cara con él-Drakon.
(Nota: ‘Dijo en japonés’ al eso
leer confunde ya que no dijo nada solo balbuceo ‘Uh, um…’ pero recuerden que en
japonés sí que dijo algo, no sé cómo se escribe, es una onomatopeya, creo, pero
piensen en un anime que hayan visto… cuando dicen ‘Ano… o anone’ para que carajos
explico esto si seguro no me entenderán, no lo sé, lol.)
“Ves,
ahora la confundiste porque no me presentaste.”
“Supongo
que se confundirá aún más si era yo el que lo hacía. En primer lugar ¿Eres
consciente de quién es?”
“Luce
como una fan mía que vino todo el camino desde Japón a escuchar todas las
historias de mis logros ¿No?”
A
esa respuesta, Drakon, mientras todavía miraba heladamente a Lingerin, dijo en
una voz menos calurosa que el hielo mismo.
“Esta
mujer no es tu fan o algo como eso, sino una periodista independiente que ha
viajado un largo camino desde Japón para aprender sobre la historia de nuestra organización
y las armas comerciadas en Rusia, Kinomiya Kazane. Nosotros aceptamos la
entrevista ya que ella es un caso especial, fue presentada por Dennis y Samia.
Para ser franco, tu presencia solo está bajando el buen valor de nosotros, así que
te instaría a que desaparecieras de esta habitación.”
A
pesar de ser rechazado tan cruelmente, Lingerin asintió con entusiasmo mientras
contestaba, antes de sentarse en el sofá.
“No
está mal decir la historia de nuestra organización y las historias de mis
hazañas son uno y lo mismo ¿Huh?”
“Estas
en libertad plena si deseas dejar claro que tus momentos heroicos y humillantes
son lados de la misma moneda, pero no estaré traduciendo nada de lo que dices, así
que procede, presidente Lingerin.”
“Que
cruel vicepresidente.”
“Es
el deber de la mano derecha compensar las falencias del líder. Ya sea que el noventa
por ciento del trabajo del camarada Lingerin sea un completo fracaso, es mi
trabajo respetar el remanente diez por ciento.”
Con
estas frías palabras, Drakon tomó asiento al lado de Lingerin, y empezó a
hablar en japonés fluido a la mujer sentada enfrente de ellos.
“Mis
disculpas por esta fea escena. Éste es Lingerin Douglanikov, el director
representativo de nuestra organización. Puedes tratarlo como ruido del
fondo.
“¿¡D-director
Representativo!?”
La
periodista pareció asustada hacia Lingerin que ahora estaba hojeando una
revista que ella había traído. Él le dijo con una alegre sonrisa.
“Hoho,
no entiendo ya que todo está en japonés, pero esta revista llena de imágenes de
cosas como ovnis y mokèlé-mbèmbé y slenderman. Quizás para los japoneses, las
personas en nuestra ocupación existen en la misma categoría que bestias
exóticas.”
(Nota: Slenderman… significa hombre
delgado, pero bueno eso es obvio hasta le sacaron peli a ese creepy pasta,
mokèlé-mbèmbé es una criatura mitológica en varias partes de África central, es
como un dinosaurio.)
Al
oír la traducción, la periodista intentó negar su declaración apresuradamente,
pero Lingerin gesticuló con su mano para detenerla, y continúo.
“No,
no, no estoy enfadado, no te preocupes. En si no está mal que nos pongan junto
a monstruos legendarios. ¿Solo pensé que, en lugar de la aburrida historia que
este tipo está contándote, será más divertido decirte una leyenda urbana
interesante, eso sería más satisfactorio para la revista, cierto? Eh, traduce
eso apropiadamente Drakon. No es nada sobre mí, así que relájate.”
“…”
Sin
incluso suspirar, Drakon escrutó silenciosamente a Lingerin por unos segundos,
antes de traducir palabra por palabra.
La
periodista japonesa llamada Kazane, a pesar de su aprehensión inicial, abrió
los ojos iluminados al oír la explicación completa, y pidió, agitadamente,
escuchar más.
De
la mirada en su cara, Lingerin se dio cuenta de que había aceptado su
sugerencia, y sin esperar por la traducción de Drakon, comenzó a relatar la
historia.
De
un evento tan fantástico que también podría ser una leyenda urbana; revolviéndose
alrededor de una mujer.
Pasado. En algún lugar de Rusia.
“Hey
¿Has escuchado hablar de Cuervo?”
(Nota: recordemos que el apodo de
Vorona es ‘Crow’ que vendría siendo ‘Cuervo’)
“¿Qué
cuervo?”
Ésta
fue la olvidada respuesta de un hombre vestido por completo con un traje de combate- que
consistía en un pasamontañas y anteojos, así como ropa camuflada y un rifle de
asalto-a su lado estaba un hombre con
una cicatriz que hablo primero.
(Nota: con anteojos me refiero a…
esos que utilizan los aviadores o un mejor ejemplo seria lo que tenía Tai de
Digimon.)
El
intercambio tuvo lugar dentro de la oficina principal de un cierto grupo
paramilitar, y había otros muchos hombres semejantemente equipados, en estado
de espera, dentro y fuera del edificio.
Para
todos se hacían pasar por un grupo paramilitar, sin embargo, la organización era
más semejante a una tribu de bandidos modernos que se involucraban en crímenes desagradables detrás del gobierno.
Aunque
difícilmente poseían el poder de la mafia rusa, tenían menos control del que
uno esperaría, y fueron reconocidos en la región como un grupo particularmente
brutal.
Lo
que escapó de los labios del hombre de la cicatriz-quien lideraba esta
organización fue una curiosa leyenda urbana.
“Los
rumores dicen que hay una terrible asesina llamada Vorona. Como Vino en
América; es algo entre una historia de horror y un mito.”
(Nota: Vino, Claire, Felix Walken,
Rail Traicer, referencia a un asesino profesional de otra serie de Narita
llamada Baccano el cual tiene muchos apodos y nombres.)
“¿Un
mito?”
“Parece
que es la asesina en el tercer lugar de la lista rusa de los asesinos a sueldo
más temidos; en las noches fundiéndose entre las sombras, y en el día volando libremente
en donde esos capitalistas occidentales. Quienquiera caiga presa de ella es
obligado a huir por el resto de sus días y noches, y antes de que lo sepan, ya se
han vuelto un cadáver en la tierra, siendo comida para los cuervos.”
-
Una historia sin valor.
Lizard
pensó eso.
(Nota: Lizard es ‘Lagarto’ su
apodo, supongo.)
“He
escuchado rumores de un ranking de asesinos. Pero recuerdo que decían que el
cuarto lugar era falso y el quinto lugar era un vampiro ¿O me equivoco?”
“…
Sí, tienes razón, es algo sin sentido. Supongo que he estado sintiéndome observado
estos últimos días. Eso me recordó a esa asesina, eso es todo.”
“¿Es
por eso que contrataste especialmente a un asesino como yo como tu guardia
personal?
“Sí.
No es algún loco rumor o mito si no que te tengo justo a mi lado; cierto, aquí
conmigo, en la realidad, tengo al asesino más fiable que conozco, el mismísimo
Lizard [Yashcheritsa]”
(Nota: entre corchetes su verdadero
nombre.)
“Te
dijo que no me gusta ese apodo.”
Dijo
el hombre apagadamente. El hombre con la cicatriz se encogió de hombros y
contestó.
“¿No
está bien? Concuerda con la manera en que cazas tan serenamente a tu presa con
esos ojos de reptil. Hey ¿Cómo estar tan inafectado cuándo tomas vidas, e incluso
después? Realmente creería si fueras una máquina de matar con forma humana, nunca
pensaría en un lagarto.”
“…
No he puesto ninguna esperanza en mi futuro o esta organización. Eso es todo.
Algunos podrían decir que soy un robot asesino, pero es preferible a tener un
gatillo suelto que puede reírse mientras asesina ¿No?”
El
hombre dobló el ‘Lagarto’, no tenía ninguna intención de cambiar el asunto, y
estaba, desde su perspectiva, declarando simplemente la pura verdad.
“Sin
embargo, no me sorprendería si apareces en un ranking de asesinos así.”
“Ridículo
¿Qué esperaría ganar un asesino de la fama?”
“Nada.”
En
el cuarto que debería haber estado vacío salvo por sí mismo, su empleador, y
los hombres trabajando como guardaespaldas, repentinamente se escuchó la clara voz
de una mujer.
Y
era justo detrás de él.
“¡…!”
A
medida que Lizard lo notaba, preparo su
arma por reflejo-
Él
se encontró con los ojos de esa mujer a la distancia más cercana imaginable.
“Solo
es auto indulgencia de los trastornados.”
Al
mismo tiempo que comprendía que sus palabras se referían a los rankings de
asesinos, noto que su cuerpo estaba limitado por un material negro.
Demasiado
tarde registró que eran los delgados brazos de la mujer, cubiertos con
camuflaje negro especial, y como si fuera dirigido en un baile, fue movido como
una marioneta al ser dado vuelta a la fuerza-haciéndolo girar en su propio
talón y lo hizo apretar el gatillo del rifle.
Resonaron
disparos.
Gritos
sordos.
Esta
era la música de fondo que Lizard escucho.
La
mujer que estaba creando la carnicería con su cuerpo, alegremente, alegremente,
y así muy humanamente, sonriendo.
Segundos
después.
Los
únicos que quedaron de pie en la habitación eran el hombre y la mujer que
habían realizado la torsión de baile.
“Qué
inusual ¿No vas a dispararme?”
Lizard
vio otra vez a la mujer cuando dijo eso, el cañón de su arma apuntaba al piso.
Ella
parecía tener aproximadamente 20 años, con remanentes de niñez en su cara.
El
cabello rubio revoloteo hermosamente alrededor de su cuello, su color que se
iluminaba brillantemente contrastando con el negro de su traje camuflado.
Mientras
recordaba abruptamente una especie de ave en Rusia, con un cuerpo azabachado y con
un cuello anillado de color blanco, el nombre llego fácilmente a Lizard:
“…
¿Eres Bravea [Vorona]?”
(Nota: ah… según busque Bravea
seria la pronunciación de Vorona que a su vez significa Cuervo, no me crean no
se ruso jaja.)
“Si
has comprendido tanto ¿Por qué no estas moviéndote?”
“No
hay ninguna razón para moverme.”
“¿No
incluso cuándo puedes vengar a tu jefe justo aquí?”
Dijo
Cuervo asombrosamente. Lizard contestó, blandamente.
“Mi
misión aquí ya ha fallado. No tengo ninguna deuda con él qué haga necesario que
lo vengue, y matarte ahora no hará nada para salvar mi nombre en esta
situación. … De hecho, te preguntaría lo mismo ¿Está bien para ti dejar un
testigo como yo todavía respirando?”
“Está
bien, ya que nunca fuiste un blanco, señor Lizard. Aun cuando testifiques a la
policía como un testigo ¿Piensas que te creerían?”
“…Esperas
que me dirija a la policía en lugar de mis camaradas ¿Supongo que todos afuera
también fueron limpiados?”
“Comprendiste
rápidamente. Tienes razón; Lo hice con la pistola con silenciador que tenías en tu cuarto.”
En
otras palabras, un tercero podría concluir que Lizard había traicionado a la
organización y había eliminado a su jefe y colegas.
A
pesar ser así de acorralado, Lizard no mostró ninguna señal de molestarse por
la situación.
“Ya
veo. Si no muestras malicia contra mí, no tengo ninguna razón para matarte.”
“¿Oh…?
Escuche rumores de que eras realmente desapasionado. Sin embargo, dudo que nos
encontremos de nuevo, pero fue divertido. Ahora, adiós.”
Dijo
la mujer, girándose para irse. Todavía inexpresivo, Lizard hablo.
“¿Qué
debo hacer para encontrarte de nuevo?”
El
hombre, quien tuvo que soportar la dura ignominia de tener a su jefe asesinado por
su propia arma, se encontró a si mismo diciendo esas palabras antes de saberlo.
Entretanto,
la cara de Vorona, por solo un momento, cambió a una expresión de sorpresa más
adecuada a una joven chica, antes de inmediatamente cambiar a una lasciva
sonrisa rosácea, y ella contestó, bromeando.
(Nota: Esa sonrisa… se refieren a
ese tipo de sonrisa como la que hizo Annie en shingeky o las de Albedo en
Overlord.)
“¿Qué
harías si nos encontramos?”
“Ni
idea. Sólo pensarlo es un desperdicio, si nunca conseguiré verte de nuevo.”
Contestó
Lizard, mientras ni el mismo sabia por que hizo tal pregunta en primer lugar, y
Vorona le sonrió, de algún modo inocentemente, y dijo.
“Ya
sea quieras matarme, o si es por alguna otra razón… no hay manera de que puedas
localizarme cuando estés arrastrándote en el piso.”
Entonces,
caminando hacia la oscuridad más allá del marco de la ventana, dejo atrás únicamente
sus próximas palabras:
“Encuentra
algunas alas y vuela de este diminuto lugar en el que estas.
Hazlo,
y si hay alguien quien pueda atraparme… ese serás tú.”
En el futuro. Oficina de
Lingerin.
“Y
al final, si Lizard extendió sus alas y se volvió completamente otra clase de
criatura… lo dejo a tu imaginación. Bueno, solo veras filtrarse entre asesinos
conversaciones incluso más locas. Sin embargo, tú decides si tomaras esta
historia como verdadera.”
Como
la historia de Lingerin finalizo, la periodista lo baño de alabanzas entusiasmadamente
en japonés.
Cauto
de que Lingerin pensara favorablemente de sí mismo, Drakon eligió no traducir
sus cumplidos.
En
cambio, se dirigió lentamente a su empleador.
“…No
esperaba terminar traduciendo mi propio desgraciado pasado y una leyenda de mi
esposa muerta, pero una promesa es una promesa. Elegiré creer que es una actividad
ligeramente mejor que traducir tu historia. Pero recuerda, eventualmente
recolectare esta deuda, y será varias veces más.”
“Vamos,
está bien ya que no dije nada sobre tu joven señorita Vorona ¿No es así? ¿O preferirías
presumir a tu hija?”
“Hilarante…
Sí, es un gran chiste que la emplearas para molestarme, y entonces hayas
exagerado su imagen de que desea carne fresca como un cuervo y deliberadamente
le designaras el viejo nombre código de mi esposa. Verdaderamente hilarante. Ha
ha ha ha ha.”
Ante
el sonido de esa risa apagada y fría como el permafrost la cual estaba
acompañada por absolutamente ninguna expresión, Lingerin escapó de la conversación
dirigiéndose a la periodista.
(Nota: Permafrost es la capa de
suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o
nieve— de las regiones muy frías o periglaciares, como es la tundra.)
“Como
sea, joven señorita. ¿Hay alguna famosa historia como esa en Japón? No es
cotidiano que consiga tener noticias directamente de una periodista real.… Date
prisa, Drakon, traduce eso.”
“…”
A
pesar de permanecer siempre inexpresivo, Drakon tradujo cada palabra y las transmitió
a la mujer japonesa.
A
cambio, ella dudó por un momento, antes de empezar, despacio.
“Es
cierto… entonces que tal suena esto. En un distrito de Japón llamado Ikebukuro,
hay una leyenda urbana de una Jinete sin Cabeza… no es sólo una historia, hay
una figura real que maneja a través de las calles y que entra en dramáticas
persecuciones automovilísticas con los policías.”
Después
de que Drakon tradujo eso, Lingerin sonrió abiertamente y se inclinó.
“Oho,
que en la tierra ¡Esa es exactamente mi taza de té!”
“Pero
en la vida real la Jinete sin Cabeza es realmente una mujer, y una persona muy
encantadora…”
Y
así, cruzando continentes, dos leyendas urbanas se intersectaron.
Ignorante
de que la heredera del nombre ‘Vorona’ y la leyenda en carne y hueso que era la
Jinete sin Cabeza ya habían cruzado caminos, la mujer continuó hablando
apasionadamente de la leyenda.
Como
si alardeara de su propia familia.
O
quizás también estaba anhelando la ciudad de Ikebukuro mientras hablaba de su
historia, de la que había estado separada por unos pocos días.
Aquí,
en una tierra lejana, todavía bajo el mismo cielo.
Ella
hablo radiantemente, radiantemente -
(Nota: al final resulto que la
historia no era de la Vorona que conocíamos sino su madre y yo siempre asumí
que era nuestra Vorona, je… eso pasa cuando lees por primera vez la historia al
traducirla, aunque siempre hago eso, así trabajo.)
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