martes, 8 de enero de 2019

Epitome de Vorona


Episodio 11: Vorona
(Nota traductor gringo: Vorona habla mejor aquí.)

Ésta es una historia del pasado y futuro. 
Una historia de retorcido tiempo. 

En algún lugar de Rusia. 

“¡Saludos! ¿Eres la joven señorita? ¿La Yamato Nadeshiko que desea escuchar las historias de mis hazañas?”
Un hombre ruso con bigote que evocaba la imagen de un oso dijo eso con una gran sonrisa al entrar en el cuarto de la recepción. 
Incapaz de entender el repentino ruso, la mujer japonesa a la que la voz fue dirigida, tenía una expresión de confusión ante la mención de las palabras japonesas ‘Yamato Nadeshiko’. 
Un ruso delgado con ojos afilados, que estaba sentando enfrente de la mujer, se excusó en japonés, y se puso de pie para reñir a su colega del mostacho. 
“Recuerdo decirte bastante claramente que te quedes en la parte de atrás y no entres de esa manera. ¿El vodka ha penetrado tu cerebro al punto de ya no poder entender simple ruso, Camarada Lingerin?”
“¡No te preocupes! ¡Entendí perfectamente, Drakon! ¡Simplemente elegí ignorarte!”
“Ya veo; así que no es tu habilidad lingual sino tu habilidad de ser un completo degenerado. Estas más allá desde el momento en que usaste el término ‘Yamato Nadeshiko’ a pesar de no saber una gota de japonés.”
“¡Ha! lo sé ‘¡AKITA KOMACHI’ y ‘KYOBIJIN’, también!”
(Nota: Akita Komachi y Kyobijin describen a mujeres hermosas o ideales como Yamato Nadeshiko, si suelen ver anime o leer manga, comprenderán fácilmente ese término, sino google.) 
“Maravilloso. Entonces también recuerdas las palabras ‘delicadeza’ y ‘sentido común’ por lo que por favor deja de describir a las personas japonesas con esos términos. No  olvides esas definiciones también, por supuesto.”
A medida que los hombres que se parecían uno a un oso y otro a una navaja tenían este intercambio respectivamente, la mujer japonesa sentada en el sofá en el cuarto, veía perdidamente hacia adelante. 
“Uh, um…”
Dijo la mujer en reflexivo japonés, al referido hombre con mostacho, mientras Lingerin se miraba directamente a la cara con él-Drakon. 
(Nota: ‘Dijo en japonés’ al eso leer confunde ya que no dijo nada solo balbuceo ‘Uh, um…’ pero recuerden que en japonés sí que dijo algo, no sé cómo se escribe, es una onomatopeya, creo, pero piensen en un anime que hayan visto… cuando dicen ‘Ano… o anone’ para que carajos explico esto si seguro no me entenderán, no lo sé, lol.)
“Ves, ahora la confundiste porque no me presentaste.”
“Supongo que se confundirá aún más si era yo el que lo hacía. En primer lugar ¿Eres consciente de quién es?”
“Luce como una fan mía que vino todo el camino desde Japón a escuchar todas las historias de mis logros ¿No?”
A esa respuesta, Drakon, mientras todavía miraba heladamente a Lingerin, dijo en una voz menos calurosa que el hielo mismo.
“Esta mujer no es tu fan o algo como eso, sino una periodista independiente que ha viajado un largo camino desde Japón para aprender sobre la historia de nuestra organización y las armas comerciadas en Rusia, Kinomiya Kazane. Nosotros aceptamos la entrevista ya que ella es un caso especial, fue presentada por Dennis y Samia. Para ser franco, tu presencia solo está bajando el buen valor de nosotros, así que te instaría a que desaparecieras de esta habitación.”  
A pesar de ser rechazado tan cruelmente, Lingerin asintió con entusiasmo mientras contestaba, antes de sentarse en el sofá. 
“No está mal decir la historia de nuestra organización y las historias de mis hazañas son uno y lo mismo ¿Huh?”
“Estas en libertad plena si deseas dejar claro que tus momentos heroicos y humillantes son lados de la misma moneda, pero no estaré traduciendo nada de lo que dices, así que procede, presidente Lingerin.” 
“Que cruel vicepresidente.”
“Es el deber de la mano derecha compensar las falencias del líder. Ya sea que el noventa por ciento del trabajo del camarada Lingerin sea un completo fracaso, es mi trabajo respetar el remanente diez por ciento.” 
Con estas frías palabras, Drakon tomó asiento al lado de Lingerin, y empezó a hablar en japonés fluido a la mujer sentada enfrente de ellos. 
“Mis disculpas por esta fea escena. Éste es Lingerin Douglanikov, el director representativo de nuestra organización. Puedes tratarlo como ruido del fondo. 
“¿¡D-director Representativo!?”
La periodista pareció asustada hacia Lingerin que ahora estaba hojeando una revista que ella había traído. Él le dijo con una alegre sonrisa. 
“Hoho, no entiendo ya que todo está en japonés, pero esta revista llena de imágenes de cosas como ovnis y mokèlé-mbèmbé y slenderman. Quizás para los japoneses, las personas en nuestra ocupación existen en la misma categoría que bestias exóticas.”
(Nota: Slenderman… significa hombre delgado, pero bueno eso es obvio hasta le sacaron peli a ese creepy pasta, mokèlé-mbèmbé es una criatura mitológica en varias partes de África central, es como un dinosaurio.)
Al oír la traducción, la periodista intentó negar su declaración apresuradamente, pero Lingerin gesticuló con su mano para detenerla, y continúo. 
“No, no, no estoy enfadado, no te preocupes. En si no está mal que nos pongan junto a monstruos legendarios. ¿Solo pensé que, en lugar de la aburrida historia que este tipo está contándote, será más divertido decirte una leyenda urbana interesante, eso sería más satisfactorio para la revista, cierto? Eh, traduce eso apropiadamente Drakon. No es nada sobre mí, así que relájate.”
“…”
Sin incluso suspirar, Drakon escrutó silenciosamente a Lingerin por unos segundos, antes de traducir palabra por palabra. 
La periodista japonesa llamada Kazane, a pesar de su aprehensión inicial, abrió los ojos iluminados al oír la explicación completa, y pidió, agitadamente, escuchar más. 
De la mirada en su cara, Lingerin se dio cuenta de que había aceptado su sugerencia, y sin esperar por la traducción de Drakon, comenzó a relatar la historia. 
De un evento tan fantástico que también podría ser una leyenda urbana; revolviéndose alrededor de una mujer. 

Pasado. En algún lugar de Rusia. 

“Hey ¿Has escuchado hablar de Cuervo?”
(Nota: recordemos que el apodo de Vorona es ‘Crow’ que vendría siendo ‘Cuervo’)
“¿Qué cuervo?”
Ésta fue la olvidada respuesta de un hombre vestido  por completo con un traje de combate- que consistía en un pasamontañas y anteojos, así como ropa camuflada y un rifle de asalto-a  su lado estaba un hombre con una cicatriz que hablo primero.
(Nota: con anteojos me refiero a… esos que utilizan los aviadores o un mejor ejemplo seria lo que tenía Tai de Digimon.)
El intercambio tuvo lugar dentro de la oficina principal de un cierto grupo paramilitar, y había otros muchos hombres semejantemente equipados, en estado de espera, dentro y fuera del edificio. 
Para todos se hacían pasar por un grupo paramilitar, sin embargo, la organización era más semejante a una tribu de bandidos modernos que se involucraban en crímenes desagradables detrás del gobierno.
Aunque difícilmente poseían el poder de la mafia rusa, tenían menos control del que uno esperaría, y fueron reconocidos en la región como un grupo particularmente brutal. 
Lo que escapó de los labios del hombre de la cicatriz-quien lideraba esta organización fue una curiosa leyenda urbana. 
“Los rumores dicen que hay una terrible asesina llamada Vorona. Como Vino en América; es algo entre una historia de horror y un mito.”
(Nota: Vino, Claire, Felix Walken, Rail Traicer, referencia a un asesino profesional de otra serie de Narita llamada Baccano el cual tiene muchos apodos y nombres.)
“¿Un mito?”
“Parece que es la asesina en el tercer lugar de la lista rusa de los asesinos a sueldo más temidos; en las noches fundiéndose entre las sombras, y en el día volando libremente en donde esos capitalistas occidentales. Quienquiera caiga presa de ella es obligado a huir por el resto de sus días y noches, y antes de que lo sepan, ya se han vuelto un cadáver en la tierra, siendo comida para los cuervos.” 
- Una historia sin valor. 
Lizard pensó eso. 
(Nota: Lizard es ‘Lagarto’ su apodo, supongo.)
“He escuchado rumores de un ranking de asesinos. Pero recuerdo que decían que el cuarto lugar era falso y el quinto lugar era un vampiro ¿O me equivoco?”
“… Sí, tienes razón, es algo sin sentido. Supongo que he estado sintiéndome observado estos últimos días. Eso me recordó a esa asesina, eso es todo.”
“¿Es por eso que contrataste especialmente a un asesino como yo como tu guardia personal?
“Sí. No es algún loco rumor o mito si no que te tengo justo a mi lado; cierto, aquí conmigo, en la realidad, tengo al asesino más fiable que conozco, el mismísimo Lizard [Yashcheritsa]”
(Nota: entre corchetes su verdadero nombre.)
“Te dijo que no me gusta ese apodo.”
Dijo el hombre apagadamente. El hombre con la cicatriz se encogió de hombros y contestó. 
“¿No está bien? Concuerda con la manera en que cazas tan serenamente a tu presa con esos ojos de reptil. Hey ¿Cómo estar tan inafectado cuándo tomas vidas, e incluso después? Realmente creería si fueras una máquina de matar con forma humana, nunca pensaría en un lagarto.”
“… No he puesto ninguna esperanza en mi futuro o esta organización. Eso es todo. Algunos podrían decir que soy un robot asesino, pero es preferible a tener un gatillo suelto que puede reírse mientras asesina ¿No?” 
El hombre dobló el ‘Lagarto’, no tenía ninguna intención de cambiar el asunto, y estaba, desde su perspectiva, declarando simplemente la pura verdad. 
“Sin embargo, no me sorprendería si apareces en un ranking de asesinos así.”
“Ridículo ¿Qué esperaría ganar un asesino de la fama?” 
“Nada.” 
En el cuarto que debería haber estado vacío salvo por sí mismo, su empleador, y los hombres trabajando como guardaespaldas, repentinamente se escuchó la clara voz de una mujer. 
Y era justo detrás de él. 
“¡…!” 
A medida que Lizard lo notaba,  preparo su arma por reflejo- 
Él se encontró con los ojos de esa mujer a la distancia más cercana imaginable. 
“Solo es auto indulgencia de los trastornados.”
Al mismo tiempo que comprendía que sus palabras se referían a los rankings de asesinos, noto que su cuerpo estaba limitado por un material negro. 
Demasiado tarde registró que eran los delgados brazos de la mujer, cubiertos con camuflaje negro especial, y como si fuera dirigido en un baile, fue movido como una marioneta al ser dado vuelta a la fuerza-haciéndolo girar en su propio talón y lo hizo apretar el gatillo del rifle. 
Resonaron disparos. 
Gritos sordos. 
Esta era la música de fondo que Lizard escucho. 
La mujer que estaba creando la carnicería con su cuerpo, alegremente, alegremente, y así muy humanamente, sonriendo. 
Segundos después. 
Los únicos que quedaron de pie en la habitación eran el hombre y la mujer que habían realizado la torsión de baile. 
“Qué inusual ¿No vas a dispararme?” 
Lizard vio otra vez a la mujer cuando dijo eso, el cañón de su arma apuntaba al piso. 
Ella parecía tener aproximadamente 20 años, con remanentes de niñez en su cara. 
El cabello rubio revoloteo hermosamente alrededor de su cuello, su color que se iluminaba brillantemente contrastando con el negro de su traje camuflado. 
Mientras recordaba abruptamente una especie de ave en Rusia, con un cuerpo azabachado y con un cuello anillado de color blanco, el nombre llego fácilmente a Lizard: 
“… ¿Eres Bravea [Vorona]?”
(Nota: ah… según busque Bravea seria la pronunciación de Vorona que a su vez significa Cuervo, no me crean no se ruso jaja.) 
“Si has comprendido tanto ¿Por qué no estas moviéndote?”
“No hay ninguna razón para moverme.”
“¿No incluso cuándo puedes vengar a tu jefe justo aquí?”
Dijo Cuervo asombrosamente. Lizard contestó, blandamente. 
“Mi misión aquí ya ha fallado. No tengo ninguna deuda con él qué haga necesario que lo vengue, y matarte ahora no hará nada para salvar mi nombre en esta situación. … De hecho, te preguntaría lo mismo ¿Está bien para ti dejar un testigo como yo todavía respirando?” 
“Está bien, ya que nunca fuiste un blanco, señor Lizard. Aun cuando testifiques a la policía como un testigo ¿Piensas que te creerían?”
“…Esperas que me dirija a la policía en lugar de mis camaradas ¿Supongo que todos afuera también fueron limpiados?”
“Comprendiste rápidamente. Tienes razón; Lo hice con la pistola con silenciador que  tenías en tu cuarto.” 
En otras palabras, un tercero podría concluir que Lizard había traicionado a la organización y había eliminado a su jefe y colegas. 
A pesar ser así de acorralado, Lizard no mostró ninguna señal de molestarse por la situación. 
“Ya veo. Si no muestras malicia contra mí, no tengo ninguna razón para matarte.” 
“¿Oh…? Escuche rumores de que eras realmente desapasionado. Sin embargo, dudo que nos encontremos de nuevo, pero fue divertido. Ahora, adiós.”
Dijo la mujer, girándose para irse. Todavía inexpresivo, Lizard hablo.
“¿Qué debo hacer para encontrarte de nuevo?”
El hombre, quien tuvo que soportar la dura ignominia de tener a su jefe asesinado por su propia arma, se encontró a si mismo diciendo esas palabras antes de saberlo. 
Entretanto, la cara de Vorona, por solo un momento, cambió a una expresión de sorpresa más adecuada a una joven chica, antes de inmediatamente cambiar a una lasciva sonrisa rosácea, y ella contestó, bromeando.
(Nota: Esa sonrisa… se refieren a ese tipo de sonrisa como la que hizo Annie en shingeky o las de Albedo en Overlord.) 
“¿Qué harías si nos encontramos?”
“Ni idea. Sólo pensarlo es un desperdicio, si nunca conseguiré verte de nuevo.” 
Contestó Lizard, mientras ni el mismo sabia por que hizo tal pregunta en primer lugar, y Vorona le sonrió, de algún modo inocentemente, y dijo.
“Ya sea quieras matarme, o si es por alguna otra razón… no hay manera de que puedas localizarme cuando estés arrastrándote en el piso.”
Entonces, caminando hacia la oscuridad más allá del marco de la ventana, dejo atrás únicamente sus próximas palabras: 
“Encuentra algunas alas y vuela de este diminuto lugar en el que estas.
Hazlo, y si hay alguien quien pueda atraparme… ese serás tú.”
En el futuro. Oficina de Lingerin. 

“Y al final, si Lizard extendió sus alas y se volvió completamente otra clase de criatura… lo dejo a tu imaginación. Bueno, solo veras filtrarse entre asesinos conversaciones incluso más locas. Sin embargo, tú decides si tomaras esta historia como verdadera.”
Como la historia de Lingerin finalizo, la periodista lo baño de alabanzas entusiasmadamente en japonés. 
Cauto de que Lingerin pensara favorablemente de sí mismo, Drakon eligió no traducir sus cumplidos. 
En cambio, se dirigió lentamente a su empleador. 
“…No esperaba terminar traduciendo mi propio desgraciado pasado y una leyenda de mi esposa muerta, pero una promesa es una promesa. Elegiré creer que es una actividad ligeramente mejor que traducir tu historia. Pero recuerda, eventualmente recolectare esta deuda, y será varias veces más.”
“Vamos, está bien ya que no dije nada sobre tu joven señorita Vorona ¿No es así? ¿O preferirías presumir a tu hija?”
“Hilarante… Sí, es un gran chiste que la emplearas para molestarme, y entonces hayas exagerado su imagen de que desea carne fresca como un cuervo y deliberadamente le designaras el viejo nombre código de mi esposa. Verdaderamente hilarante. Ha ha ha ha ha.”
Ante el sonido de esa risa apagada y fría como el permafrost la cual estaba acompañada por absolutamente ninguna expresión, Lingerin escapó de la conversación dirigiéndose a la periodista. 
(Nota: Permafrost es la capa de suelo permanentemente congelado —pero no permanentemente cubierto de hielo o nieve— de las regiones muy frías o periglaciares, como es la tundra.)
“Como sea, joven señorita. ¿Hay alguna famosa historia como esa en Japón? No es cotidiano que consiga tener noticias directamente de una periodista real.… Date prisa, Drakon, traduce eso.”
“…”
A pesar de permanecer siempre inexpresivo, Drakon tradujo cada palabra y las transmitió a la mujer japonesa. 
A cambio, ella dudó por un momento, antes de empezar, despacio. 
“Es cierto… entonces que tal suena esto. En un distrito de Japón llamado Ikebukuro, hay una leyenda urbana de una Jinete sin Cabeza… no es sólo una historia, hay una figura real que maneja a través de las calles y que entra en dramáticas persecuciones automovilísticas con los policías.” 
Después de que Drakon tradujo eso, Lingerin sonrió abiertamente y se inclinó. 
“Oho, que en la tierra ¡Esa es exactamente mi taza de té!”
“Pero en la vida real la Jinete sin Cabeza es realmente una mujer, y una persona muy encantadora…” 
Y así, cruzando continentes, dos leyendas urbanas se intersectaron. 
Ignorante de que la heredera del nombre ‘Vorona’ y la leyenda en carne y hueso que era la Jinete sin Cabeza ya habían cruzado caminos, la mujer continuó hablando apasionadamente de la leyenda. 
Como si alardeara de su propia familia. 
O quizás también estaba anhelando la ciudad de Ikebukuro mientras hablaba de su historia, de la que había estado separada por unos pocos días. 
Aquí, en una tierra lejana, todavía bajo el mismo cielo. 
Ella hablo radiantemente, radiantemente - 
(Nota: al final resulto que la historia no era de la Vorona que conocíamos sino su madre y yo siempre asumí que era nuestra Vorona, je… eso pasa cuando lees por primera vez la historia al traducirla, aunque siempre hago eso, así trabajo.)

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